24 de julio de 2009

Contemplaciones

Una vista de adentro hacia afuera a través de una ventana cuadrada dividida en cuatro, hay una bicicleta apoyada sobre la pared y todo esta ensiluetado, es un contraste entre negro, blanco y azul. Parece que no necesita técnica, solo razón de ser. El cuadro es un rectángulo vertical, ya tiene moho y nunca se enmarcó. Interesante, tiene una firma con letras blancas caligráficas en la esquina inferior derecha, se titula: “Se me quincen los quince y se me siete el siete dos, razones de cálculo”, complejo análisis para una simple niña.

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